Cómo fertilizar un espino indio

Cosas que necesitarás

  • Fertilizante

  • Agua

  • Manguera de jardín

...

Las pequeñas flores rosadas de un arbusto de espino indio.

Espino indio (Rhaphiolepis indica) una especie de arbusto perenne de hoja ancha y pequeño. El árbol florece en la primavera, por lo que debe alimentarse con un fertilizante completo, como un producto con una mezcla de nitrógeno, fósforo y potasio de 16-4-8, 12-6-6 o 12-4-8. Fertilice el arbusto una vez al año, en primavera, después de que haya pasado la última helada dura y el suelo sea viable. Puede ser necesaria una segunda aplicación a principios del verano para compensar la mala nutrición del suelo.

Paso 1

Riegue el suelo regularmente durante dos o tres semanas antes de aplicar fertilizante para asegurarse de que el suelo esté húmedo y que las raíces no estén estresadas por la sequía. Riegue lo suficiente a una profundidad de 8 a 10 pulgadas si el espino indio es joven y pequeño. Para un arbusto grande y bien establecido, riegue a una profundidad de 2 pies.

Paso 2

Aplique 1/2 taza de fertilizante para arbustos pequeños recién plantados. Aplique 1 taza de fertilizante por cada arbusto grande y bien establecido. Ajuste estas cantidades para cumplir con las instrucciones contrastantes en la etiqueta del producto.

Paso 3

Eche los granos de fertilizante sobre la superficie del suelo que rodea el arbusto. Mantenga los granos de fertilizante al menos a 6 pulgadas del tronco para evitar fertilizar en exceso el suelo y quemar las raíces. Extienda la aplicación de fertilizante a 1 1/2 veces el diámetro del dosel. Esto asegurará que el fertilizante llegue a cada parte de la masa de la raíz, que es más grande que el dosel.

Paso 4

Riegue el fertilizante profundamente en el suelo para garantizar la distribución de los nutrientes.

Advertencia

Aplicar no más de 1 a 2 libras. de fertilizante por año por cada área de plantación de arbustos de 500 pies cuadrados. El exceso de fertilizante no ayudará a los arbustos y puede interferir con la floración. La escorrentía también puede contaminar las corrientes.