Cómo hacer que el suelo duro sea blando

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Cosas que necesitarás

  • Jardinera

  • Rastrillo

  • Azada

  • Pala

  • Enmiendas orgánicas del suelo

...

Labrar la tierra es el primer paso para aflojar la tierra dura.

El suelo duro y compactado a menudo resulta de caminar sobre el suelo después de que se ha labrado, pero antes de que se haya secado. Aunque casi cualquier suelo se compacta bajo peso, los suelos ricos en partículas de arcilla son más susceptibles a compactación, en parte debido al pobre drenaje del suelo y en parte debido a las pequeñas partículas en el suelo. Remediar la situación requiere la manipulación física del suelo y la adición de enmiendas del suelo para mejorar la aireación y el drenaje.

Paso 1

Labrar o arar el suelo a una profundidad de 10 a 12 pulgadas cuando el suelo esté seco. El suelo severamente compactado puede requerir un arado, pero la mayoría se puede labrar con una macolla. Labrar el área en un movimiento de ida y vuelta en una dirección hasta que toda el área esté labrada. Repita el procedimiento labrando en la dirección opuesta.

Paso 2

Permita que el suelo se seque antes de caminar sobre él o agregar enmiendas. Una o dos tardes soleadas normalmente secan el suelo, pero el tiempo requerido depende del clima y de la composición específica del suelo y el contenido de humedad.

Paso 3

Rompa los terrones de tierra con una azada o pala de jardín. Retire las rocas, raíces y escombros del área. Rastrille el área sin problemas.

Paso 4

Coloque una capa de materia orgánica de 3 a 4 pulgadas sobre el suelo. La turba funciona bien, pero puede ser costosa en áreas extensas. El compost o el estiércol bien podrido añaden materia orgánica y son ideales para parcelas de jardín.

Paso 5

Trabaja la materia orgánica en el suelo con una caña de jardín. La materia orgánica aumenta la aireación y promueve un buen drenaje reduciendo el riesgo de compactación.

Advertencia

No agregue arena a los suelos arcillosos, ya que las pequeñas partículas en la arcilla se unen con la arena creando un suelo denso que se compacta fácilmente. Evite labrar la tierra cuando esté excesivamente húmeda. Siempre permita que la tierra se seque después de labrarla. El peso de sus pasos puede compactar fácilmente el suelo húmedo.