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Baby Hostas

Una planta de hosta que crece del suelo con luz solar en las puntas de las hojas.

Credito de imagen: David Ayers / iStock / Getty Images

Observe atentamente una sola planta en su jardín y observe las diferencias entre sus hojas. Estas variaciones en color, tamaño y otros rasgos no ocurren al azar. La supervivencia de su planta depende de su capacidad para aprovechar al máximo la luz solar que recibe. A través de un proceso conocido como fotosíntesis, la planta convierte la luz en la energía que necesita para vivir. Para capturar ese recurso precioso, las hojas de las plantas se adaptan y se especializan en sol o sombra.

Colocación y Color

Las hojas expuestas en los bordes superior y exterior de una planta se adaptan para procesar el sol abundante a altas velocidades. Llamadas hojas solares, requieren menos clorofila, la sustancia que absorbe la luz para la fotosíntesis y les da a las plantas su color verde. Las células donde tiene lugar la fotosíntesis, llamadas cloroplastos, también son más pequeñas. Como resultado, las hojas del sol son de color verde más claro que las hojas en el fondo o interior de la planta. Sombreadas por las hojas del sol, las hojas internas se adaptan para ser más eficientes en la captura de pequeñas cantidades de sol. En estas hojas de sombra, los cloroplastos son más grandes y contienen más clorofila necesaria para absorber la luz. Debido a esto, las hojas de sombra aparecen de color verde más oscuro.

Tamaño y estomas

Las hojas solares tienen más calor y viento seco en sus ubicaciones expuestas, pero la fotosíntesis rápida y los pequeños cloroplastos permiten una hoja más pequeña. La superficie más pequeña también protege contra el secado. Las hojas de sombra se expanden en tamaño para recoger la mayor cantidad de luz posible. Sus ubicaciones protegidas protegen contra la pérdida de agua. Las hojas de sol y sombra también difieren en sus pequeñas aberturas en forma de poro, generalmente concentradas en la parte inferior protegida de las hojas. Conocidos como estomas, estos poros son más pequeños en las hojas solares, pero compensan siendo más densos. Los estomas de las hojas de sombra son más grandes y mucho menos numerosos.

Espesor y Capas

Las diferencias en el área de superficie entre el sol y las hojas de sombra también se relacionan con su masa. Las hojas del sol son pequeñas en área, pero son gruesas. Las hojas de sombra son grandes y delgadas. Las hojas de las plantas tienen varias capas diferentes, similares a la piel humana. La capa externa protege, mientras que las capas internas manejan la fotosíntesis y el intercambio de gases. La primera capa interna protegida, justo debajo de la superficie de la hoja, es donde ocurre la fotosíntesis. La siguiente capa soporta el proceso. En las hojas solares, la capa de fotosíntesis es gruesa y las células están apretadas. En las hojas de sombra, de mayor tamaño y área de superficie, la capa es delgada y las células son menos densas.

Adaptabilidad y aclimatación

Cuando las hojas se han adaptado y se han convertido en hojas de sol o sombra, funcionan de manera más eficiente a ese nivel de luz. Las hojas solares no están preparadas para capturar poca luz, como tampoco lo están las hojas de sombra para el pleno sol. Movido a una nueva ubicación con luz más alta o más baja, las hojas no pueden procesar la luz como lo harían normalmente. Afortunadamente, las hojas del sol pueden convertirse en hojas de sombra, y viceversa. Esta es la razón por la cual el cambio gradual es tan importante cuando mueve las plantas entre el interior y el exterior. Aclimate su planta poco a poco, y su sol y sus hojas de sombra pueden ajustarse.