¿Por qué mis hojas se vuelven amarillas en mi planta?
Las hojas verdes indican plantas sanas.
Las hojas amarillentas en una planta justifican una inspección exhaustiva para determinar las causas subyacentes y corregirlas de inmediato. El follaje de las plantas se vuelve amarillo debido a una variedad de razones que incluyen control cultural inadecuado, infestación de insectos, enfermedades y condiciones de crecimiento inadecuadas. Determinar la causa lo ayuda a solucionar el problema para que la planta recupere su salud, su follaje vuelva a su color natural y el problema no se repita.
Problemas de raíz
Aunque el agua es esencial para el crecimiento y el mantenimiento, las plantas son sensibles a las cantidades que necesitan. El exceso de riego causa problemas en las raíces, como la pudrición de la raíz, que se manifiesta como un follaje amarillento. El problema se exacerba cuando la planta crece en arcilla pesada o suelos mal drenados. Permitir que las raíces de la planta se asienten en el agua durante períodos prolongados evita que absorban oxígeno y lo suministren a otras partes, lo que aumenta el estrés y provoca hojas amarillentas. Tras la inspección, las raíces podridas aparecen viscosas y negras y se sacan del suelo fácilmente. Transplante su planta exterior a un lugar bien drenado para evitar problemas de raíz. Del mismo modo, una planta en maceta cuyas raíces superan su contenedor puede sufrir un follaje amarillento. Si las raíces de su planta en maceta se presionan contra los lados, trasplante a un recipiente más grande de inmediato para dejar espacio para el crecimiento y la propagación.
Problemas de riego
Las prácticas culturales inadecuadas aumentan el estrés en una planta, haciendo que las hojas parezcan moteadas o amarillas. Regar en exceso una planta es tan perjudicial como regarla de menos. Las fluctuaciones en el horario de riego, o permitir que transcurra una cantidad considerable de tiempo entre riegos, hace que el follaje de la planta estresada se vuelva amarillo. El problema se agrava durante los períodos de sequía o clima seco, cuando el suelo se seca antes, lo que requiere riego frecuente. Aunque diferentes plantas requieren diferentes cantidades de agua, riegue su planta cuando la superficie del suelo parezca seca. Use una manguera de remojo que proporcione una cantidad constante y controlada de agua al suelo en lugar de regar por encima con una manguera.
Problemas de fertilizantes
La fertilización excesiva de una planta quema las raíces y hace que el follaje se vea amarillo. Siga las instrucciones de la etiqueta para la dosis y frecuencia cuando alimente a su planta con un fertilizante con alto contenido de nitrógeno. Por el contrario, las deficiencias de hierro o nitrógeno causadas por prácticas de fertilización inadecuadas se manifiestan como follaje amarillento. Mientras que una deficiencia de nitrógeno hace que las hojas se vuelvan amarillas, las hojas con una deficiencia de hierro aparecen amarillas pero presentan venas verdes. Aplique un spray foliar de quelato de hierro sobre la planta para tratar la deficiencia de hierro. Deje de fertilizar la planta cuando esté inactiva.
Otros factores
Las plagas como los ácaros, los pulgones y los nematodos dañan las plantas y producen follaje amarillento. Las plagas mastican el follaje y las raíces con piezas bucales succionadoras, lo que hace que las plantas parezcan estresadas y el follaje se marchite y se vuelva amarillo. Las plantas estresadas se vuelven susceptibles a enfermedades que incluyen tizones y manchas foliares. Trate las plagas con aceite de horticultura o insecticida para controlar la propagación. La exposición excesiva a la luz solar, el shock de trasplante o la exposición repentina a vientos fríos también pueden hacer que el follaje de una planta se vuelva amarillo. Otros factores responsables del amarillamiento del follaje de las plantas incluyen el envejecimiento, la latencia, el daño físico o la disminución de las raíces.